Hacer la maleta a menudo implica pensar en el bañador, el protector solar... y a veces en el paracetamol. Pero hay detalles esenciales que se le escapan incluso al más organizado. ¿Por qué no echar un vistazo a quienes se enfrentan a lo inesperado a diario: los médicos de urgencias?
Cuando hablamos de un botiquín de viaje, solemos pensar en unas vendas, paracetamol o quizás un desinfectante. Pero los médicos de urgencias tienen un enfoque más sofisticado, pragmático y con visión de futuro. Su experiencia les ha enseñado que los pequeños incidentes en vacaciones son mucho más comunes de lo que se cree: náuseas, picaduras, cortes o simplemente un ataque de fatiga.
Como señala el Dr. Eric Adkins, médico de urgencias de la Universidad Estatal de Ohio, en el artículo del HuffPost : "Un poco de preparación ayuda mucho".
Probablemente su primer instinto sea llevar Zofran (u ondansetrón), un medicamento antináuseas con receta. ¿Por qué? Porque las náuseas y los vómitos no solo son comunes, sino también unas de las sensaciones más desagradables... y no se alivian fácilmente con medicamentos de venta libre. Ya sea en un barco, en el coche o después de una comida poco saludable, esta pequeña pastilla sublingual puede salvar un día... o un viaje.
Un consejo: habla con tu médico antes de salir, especialmente si vas a viajar lejos o a una zona de riesgo alimentario.
No muy glamuroso, pero muy útil. En zonas tropicales, los mosquitos pueden ser mucho más que una simple molestia: dengue, zika, malaria... No siempre lo pensamos, pero los médicos recomiendan combinar el repelente en aerosol con un dispositivo activo, como un bate eléctrico o una trampa de luz. Según el Dr. Cedric Dark, incluso es uno de sus artículos esenciales de viaje.
Un detalle sencillo, pero que ahorra muchos problemas: pinzas. Para astillas, espinas, garrapatas o púas de erizo de mar. Ese pequeño incidente que no es grave, pero que se vuelve muy molesto cuando tienes que buscar una farmacia en el extranjero.
Es uno de los consejos menos atractivos... pero el más sensato: usar medias de compresión. En viajes largos (de más de 4 horas), el riesgo de flebitis aumenta, sobre todo si tienes más de 40 años, fumas o tomas anticonceptivos hormonales. Los médicos las usan sistemáticamente, sobre todo en los aviones. Favorecen la circulación y evitan la sensación de piernas pesadas.
No es solo un accesorio geek. Una batería externa puede ser crucial si necesitas contactar con servicios de emergencia, orientarte o consultar con un traductor. Como señala el Dr. Adkins, «no siempre tienes acceso a una toma de corriente cuando más la necesitas».
Menos común, pero cada vez más citado: el detector portátil de monóxido de carbono. Inodoro, incoloro y potencialmente mortal, este gas es responsable de accidentes graves, incluso en hoteles. Compacto y ligero, este pequeño dispositivo cabe en cualquier maleta. Para la Dra. Joy Crook, es una incorporación reciente... y esencial.
Entre el jet lag y las nuevas rutinas, el sueño suele verse interrumpido al viajar. Sin embargo, la falta de sueño debilita el sistema inmunitario. La melatonina puede ayudar a reajustar el reloj biológico. De nuevo, una consulta rápida con el médico puede ser útil antes de consumirla.
Nunca se puede planificar todo. Pero estar un poco más preparado puede ahorrarte muchos problemas. Y, en definitiva, lo que estos médicos nos recuerdan es que la salud no se toma vacaciones, ni siquiera en el trópico.
No hay necesidad de entrar en pánico ni sobrecargar la maleta. Estos artículos, a menudo ligeros, compactos y fáciles de usar, pueden marcar la diferencia entre unas vacaciones arruinadas... y un pequeño problema bien gestionado.
No son requisitos, sino ideas útiles: cada uno puede armar su propio kit según su destino, sus necesidades y su nivel de comodidad. Porque viajar tranquilo también significa viajar un poco preparado.
2025-06-08T13:24:12Z