¿QUé SON LAS BENZODIACEPINAS, PARA QUé SE UTILIZAN Y POR QUé ES PELIGROSO SU AUTOMEDICACIóN?
Las benzodiacepinas son una clase de fármacos psicotrópicos que se utilizan comúnmente como medicamentos ansiolíticos, hipnóticos y sedantes. Es importante que el uso de benzodiacepinas debe ser indicado por un profesional de la salud.
Sin embargo, los efectos tranquilizantes y ansiolíticos, lo que las hace útiles en el tratamiento de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada. A continuación, conoce todo sobre este medicamento y por qué es peligroso su automedicación.
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Podrás ver dentro de la nota:
- ¿Qué son las benzodiacepinas?
- ¿Por qué se utilizan las benzodiacepinas?
- ¿Por qué es peligroso su automedicación?
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¿Qué son las benzodiacepinas?
Las benzodiazepinas son una clase de fármacos psicotrópicos con efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos y anticonvulsivos. Por lo tanto, se utilizan para aliviar la ansiedad, el insomnio, la abstinencia de alcohol, la epilepsia y otras afecciones. Solo se debe tomar, siempre y cuando un profesional de la salud lo haya indicado en una receta médica.
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¿Por qué se utilizan las benzodiacepinas?
Las benzodiazepinas reducen la excitabilidad neuronal y tienen efectos ansiolíticos, hipnóticos, relajantes musculares y antiepilépticos. Se utilizan para tratar diversas enfermedades. Según la página web "Cuídate Plus", este medicamento se utiliza para combatir ciertos problemas de salud:
- Ansiedad generalizada.
- Insomnio.
- Fobias.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
- Trastornos afectivos.
- Esquizofrenia.
Los efectos secundarios comunes de las benzodiacepinas incluyen somnolencia, mareos, debilidad y dependencia física. Tanto los opioides como las benzodiacepinas deprimen el sistema nervioso central. Tanto los opioides como las benzodiacepinas son medicamentos que se recetan comúnmente.
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¿Por qué es peligroso su automedicación?
Al poseer un público con problemas psicológicos, este elemento regularmente genera dependencia, por lo que un especialista necesita determinar la cantidad exacta y el número de dosis que necesita cada persona.
Frente su frecuente consumo, el funcionamiento psicomotriz sufre un notable deterioro con la aparición de somnolencia, dificultades en la atención, problemas de memoria y concentración. En casos de sobredosis, pueden incluso provocar depresión respiratoria llevando a la muerte.
Asimismo, se ha comprobado que estos medicamentos producen alteraciones en la respiración, fundamentalmente debido a que relajan la musculatura. Por este motivo, los pacientes con apnea del sueño que los toman pueden tener más interrupciones de la respiración, e incluso fallo respiratorio.
Todos estos efectos adversos se potencian si se usa alcohol u otras sustancias que también tienen efecto depresor sobre el sistema nervioso central. Según recientes estudios, la automedicación de este fármaco puede contribuir que una persona padezca de estas enfermedades en poco tiempo:
- Somnolencia.
- Dificultades en la atención.
- Problemas de memoria.
- Dificultades de concentración.
- Precaución en ciertas situaciones: como pacientes mayores de 65 años, con hepatopatías, polimedicación, embarazadas, adicciones, riesgo de suicidio y otras poblaciones especiales.