Las botellas de agua (también conocidas como “tomatodo”) son prácticas y útiles en nuestra rutina diaria para mantenernos hidratados pero erróneamente creemos que, al contener sólo agua, no es necesario lavarlas con regularidad. Sin embargo, si no son adecuadamente lavadas podrían convertirse en focos de infecciones y desencadenar problemas de salud.
Al beber agua de una botella, los microbios que se albergan en los labios, las encías, los dientes, la lengua y la piel entran en contacto con el recipiente y se multiplican rápidamente, ya que pueden aumentar de 75 mil a 2 millones en solo 24 horas. Además, dado que el interior de la botella es húmedo y oscuro, aumenta la posibilidad de formación de hongos, según lo señalado por la BBC.
Los microbios que albergan en la piel pueden ingresar a la botella de agua.Esto, por supuesto, supone el riesgo de enfermarse y del desarrollo de síntomas gastrointestinales como náuseas, infecciones, malestar estomacal y vómitos.
Lavar una botella no solo implica enjuagarla con agua, la limpieza debe realizarse a profundidad utilizando un detergente para lavavajillas y cepillos pequeños para las zonas de difícil acceso como la tapa, la boquilla y el sorbete.
También, es recomendable desinfectar la botella una vez a la semana con una solución de 5 cucharadas de vinagre y una taza de agua. Deja reposar durante 15 minutos y luego enjuaga con abundante agua.
Recuerda lavar profundamente la botella de agua.Te puede interesar:
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