Las infecciones urinarias (IU) están en aumento a nivel mundial, y un reciente estudio sugiere que la causa podría estar más cerca de lo que piensa: en su nevera. Además, un artículo publicado por National Geographic, dice que la carne contaminada, especialmente la de ave, podría ser una fuente significativa de la bacteria Escherichia voli (E.coli), responsable de muchas infecciones urinarias.
Entre 1990 y 2019, la revista ya mencionada, subrayó que la carga global morbilidad asociada a las infecciones urinarias aumentó más de un 68%. Este incremento no solo representa un desafío para la salud pública, sino también una carga económica significativa.
En Estados Unidos, por ejemplo, los costos asociados a las IU superan los 2000 millones de dólares anuales. Este aumento se debe a varios factores, incluyendo el envejecimiento de las personas, el agrandamiento de enfermedades crónicas como la diabetes y el uso generalizado de catéteres urinarios en hospitales y hogares de paso para personas mayores.
Uno de los aspectos más preocupantes es la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos comunes. Esta resistencia dificulta el tratamiento de las infecciones, convirtiendo lo que solía ser una molestia menor en un problema potencialmente grave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud global, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Las bacterias resistentes pueden propagarse entre personas, animales y el medio ambiente, lo que implica aún más el control de las infecciones.
La misma investigación destaca que la carne contaminada con E.coli, especialmente la de ave, podría ser una fuente importante de estas infecciones. El uso excesivo de antibióticos en la agricultura comercial contribuye a la propagación de bacterias resistentes. Aunque la cocción adecuada elimina la mayoría de las bacterias, la manipulación y preparación de alimentos contaminados pueden ser vías de infección.
Y es que un estudio realizado en 2023, en Estados Unidos, demuestra que la E.coli puede transferirse de la carne cruda a otros alimentos y superficies en la cocina, lo que aumenta el riesgo de infección.
El aumento de las infecciones urinarias y la resistencia a los antibióticos tienen un impacto significativo en la salud pública. Las IU, pueden causar complicaciones graves, como infecciones renales y sepsis, especialmente en personas mayores ya con sistemas inmunológicos debilitados.
Además, el tratamiento de infecciones resistentes a los antibióticos requiere el uso de medicamentos más caros y con más efectos secundarios, lo que aumenta la carga económica y sanitaria.
Para reducir el riesgo de infecciones urinarias, estos estudios ya mencionados recomiendan:
El aumento de las infecciones urinarias es un problema complejo que requiere una atención multifacética. Desde la mejora en la manipulación de alimentos, hasta la reducción del uso de medicamentos en la agricultura, cada paso cuenta para combatir esta creciente amenaza.
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