ANABEL ALBALá, FARMACéUTICA Y NUTRICIONISTA: "PARA VIVIR MáS NO BASTA CON COMER ALIMENTOS SALUDABLES, TAMBIéN IMPORTA CóMO Y CUáNDO LOS TOMES"

Apasionada del estudio sobre la longevidad, la farmacéutica y nutricionista Anabel Albalá nos explica que no sólo es importante preocuparnos por escoger alimentos calidad si queremos vivir más y mejor, también debe ocuparnos cómo y cuándo los tomamos..

La dieta de la longevidad no es una solución rápida ni una moda pasajera, como dice Anabel Albalá. Farmacéutica y nutricionista de formación, la idea de vivir más y mejor ha sido una piedra angular a lo largo de toda su carrera. Volcada en el conocimiento de cada avance científico al respecto, la experta ha sumado cada descubrimiento a sus propios conocimientos para enriquecer cada pauta que ofrece. "No se trata solo de comer para vivir, sino de elegir los alimentos que realmente prolonguen nuestra vida, optimizando nuestras funciones celulares y previniendo las enfermedades crónicas que limitan nuestra longevidad", explica.

La búsqueda de la longevidad ha sido una preocupación constante en la historia de la humanidad. Gracias a la ciencia, sabemos que la forma en que nos alimentamos tiene mucha influencia sobre ese objetivo de vivir más y mejor. "La dieta es un pilar fundamental. Sin embargo, la pregunta no es solo qué comemos, sino también cómo y cuándo lo hacemos", señala Anabel Albalá.

qué comer para vivir más

"Lo que ponemos en nuestro plato tiene un impacto directo en nuestra salud y en los años que viviremos", declara tajante la experta. Numerosos estudios han demostrado que las personas que siguen dietas saludables, como la mediterránea o las plant based, tienden a vivir más. Los planes de alimentación que mejor impacto tienen sobre la salud parten de una alimentación basada en ingredientes vegetales, frescos, naturales y sin procesar. Se trata de alimentos llenos de antioxidantes y nutrientes que ayudan a nuestras células a funcionar bien y a combatir el estrés oxidativo, un proceso que nos hace envejecer más rápido. "Además, una buena dieta puede mantener a raya la inflamación crónica, que está relacionada con enfermedades graves como el cáncer y las enfermedades del corazón", añade Anabel Albalá.

Si escogemos alimentos vegetales, naturales y frescos, la calidad de nuestra dieta será mucho mayor que si tomamos alimentos procesados, ya que cada tratamiento (aunque sea mínimamente transformador) reduce el aporte nutricional. Es decir, que con cada fase de tratamiento de los alimentos se pierden cantidad y calidad de nutrientes. Es por eso que los expertos insisten en dar prioridad a ingredientes frescos. "Los alimentos frescos, naturales y sin procesar como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pescados ricos en omega-3, tienen un efecto protector contra las enfermedades crónicas. Además, una dieta rica en estos alimentos puede mejorar la función celular, reducir la inflamación y proteger el corazón y el cerebro", indica la farmacéutica y nutricionista.

En el bando contrario, en cambio, están los alimentos que, desafortunadamente, tienen cada vez más protagonismo en la sociedad moderna: los ultraprocesados. "Llenos de azúcares añadidos y grasas no saludables, pueden ser muy perjudiciales para la salud. Están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, y puede acelerar el envejecimiento celular", comenta la experta.

cómo comer para vivir más

No solo importa qué comemos, sino también cómo y cuándo lo hacemos. "Comer conscientemente, prestando atención a lo que estamos comiendo, puede ayudarnos a disfrutar más de las comidas y a comer menos", señala Anabel Albalá. Su consejo no sólo surge por la urgencia de pérdida de peso que requiere una sociedad con cada vez más problemas de obesidad, sino por la estrecha vinculación que tiene el sobrepeso con la aparición de enfermedades como la diabetes.

Sobre la conciencia alimentaria y la forma en qué comemos, llama la atención el apunte que hace Anabel Albalá sobre los rituales alimentarios. "Más allá de lo que comemos, la manera en que organizamos nuestras comidas y el ambiente en el que las disfrutamos también juega un papel en nuestra salud y longevidad", explica. Y es que el famoso Hara Hachi Bu japonés (comer hasta saciarte al 80%) no es más que una estrategia de concienciación para evitar excesos. "En la cultura cristiana, bendecir la mesa es otro ritual beneficioso, puesto que, al realizar una pausa previa al momento de la ingesta, empezamos a comer de forma más calmada y tomando mayor conciencia del acto de comer", anota la experta.

cuándo comer para vivir más

Cuándo comer, también es importante. La ciencia se ha esforzado en demostrar diversos conceptos que se dan la mano en una idea: adecuar nuestra alimentación a los ritmos circadianos. Es decir, adaptar nuestras ingestas a los cambios que experimentamos a lo largo de un día en el que influye notablemente el ciclo de luz solar. De esta manera, cobra especial relevancia en la búsqueda de la longevidad el comer dentro de una franja horaria con la consecuente puesta en práctica del famoso ayuno intermitente. "Comer durante un período limitado del día, como por ejemplo una ventana de 8 horas con ayunos de 16 horas, ha demostrado ser beneficioso para la salud. Incluso ayunos de 12 horas permiten que el cuerpo descanse y se repare, lo que a su vez puede promover la longevidad", explica Anabel Albalá acerca de los principales estudios científicos. "Comer más temprano en el día y dejar de comer antes de que anochezca puede ayudar a mejorar el metabolismo y reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes".

No es la primera vez que habrás oído hablar de los beneficios que tiene ayunar sobre la longevidad, pero debes tener cautela. Aunque tiene base científica, no se debería poner en práctica sin la supervisión de un profesional de la salud. "Cuando ayunamos, nuestras células comienzan un proceso llamado autofagia, que es como un sistema de limpieza interno que elimina las partes dañadas de nuestras células, ayudándolas a funcionar mejor. También se ha demostrado que el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina (lo que puede prevenir la diabetes), reduce la inflamación y hace que el cuerpo sea más resistente al estrés", explica la farmacéutica y nutricionista.

¿Qué es más importante: qué, cómo o cuándo comemos?

La respuesta, probablemente, no te convenza, porque las tres variables son cruciales para la longevidad. "No basta con elegir alimentos saludables, también es importante prestar atención a cómo y cuándo los comemos. Adoptar una dieta rica en alimentos frescos y naturales, junto con prácticas alimentarias conscientes y respetuosas con los ritmos naturales de nuestro cuerpo, puede ser la clave para vivir una vida más larga y saludable", concluye la farmacéutica y nutricionista Anabel Albalá.

Se trata, por tanto, de elegir adecuadamente la respuesta a cada pregunta. Tener muy presente cuáles son las necesidades reales de nuestro cuerpo y mente para ofrecerle la máxima calidad posible en cada momento, en las cantidades justas. Si a ello le sumamos una red social confortable con la que disfrutar de esta dieta de la longevidad, nos estaremos asegurando un gran paso hacia una vida más larga en mejores condiciones de salud

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