LA MEJOR HORA PARA CENAR SI QUIERES PERDER PESO A PARTIR DE LOS 40 AñOS SEGúN UN EXPERTO EN BIOTECNOLOGíA ALIMENTARIA

La hora en la que cenas puede influir mucho más de lo que piensas en tu peso. Así lo confirma el biólogo Diego Campillo, especializado en Biotecnología Alimentaria. A pesar de los buenos hábitos alimenticios que tenemos en España, somos un país acostumbrado a cenar tarde, con respecto a otros países de la Unión Europea, como Italia, Francia o Alemania. Y en esta época en la que nos dejamos llevar por el horario de verano, nuestras cenas se alargan aún más, lo que puede provocarnos un aumento de peso y dificultades para conciliar el peso.

"A lo largo de la historia, los patrones y horarios de las comidas han ido cambiando, siguiendo una tendencia cada vez más tardía, consumiendo aproximadamente 1/3 de las calorías más allá de las 18:00", afirma Campillo. Este patrón de nutrición ha derivado en una descoordinación horaria con el reloj interno de cada persona. Es por ello que, "ha ido ganando importancia la crononutrición, es decir, la coordinación en el consumo de alimentos entre la hora que marca el reloj y la hora interna", explica el biólogo.

Dentro del campo de la crononutrición, basándonos concretamente en estudios con mujeres españolas sometidas a una dieta restrictiva de 12 semanas, dicen que cuanto más temprano se coma y se cene, mejores serán los resultados de la dieta. Así también lo apoya Campillo: "Cenar tarde se asocia con mayores riesgos de obesidad, dislipidemia (alteración en los niveles de lípidos), hiperglucemia y diabetes debido, principalmente, a la desalineación con el reloj biológico".

Durante este proceso también juega un papel importante la melatonina. Esta hormona esencial para la conciliación del sueño "comienza a liberarse una hora antes de irte a dormir y tiene un efecto perjudicial en el metabolismo de la glucosa, de modo que, cuanto más se retrase la hora de la cena, más se acercará al comienzo de la secreción de la melatonina y peor será el metabolismo de la glucosa", afirma el experto.

Asimismo, cenar tarde también deriva en dificultades para tener un sueño de calidad y reparador. Según explica Campillo, las personas que comen y cenan pronto "se ven beneficiadas por la sincronización del reloj externo con el interno, y no sólo en el ámbito dietético y nutricional, sino también en cuanto a calidad de vida general, ya que este hábito ayuda a disminuir la probabilidad de desarrollar enfermedades metabólicas".

Está claro que cada persona tiene unos ritmos de vida diferentes y que, probablemente, sea complicado establecer horarios fijos para las comida. Sin embargo, conseguirlo mejora la calidad de vida y evita la acumulación de peso. "De manera general y teniendo en cuenta los horarios que tenemos en España, recomendaría cenar siempre antes de las 21:00, estés o no buscando perder peso, por lo beneficios que acarrea para la salud", afirma Campillo.

El experto recomienda que pase al menos "hora y media entre la cena la hora de irse a dormir", pero al mismo tiempo, también hay que tener en cuenta el papel de la melatonina. "Si cenas tarde, aunque esperes dos horas para irte a dormir, ya ha comenzado a secretarse melatonina, por lo que el metabolismo de los glúcidos será peor y no será de gran ayuda esa espera, que además te quitará horas de sueño", afirma el biólogo. Por ello, es necesario que esas horas pasen y puedas conciliar el sueño a una hora adecuada, de acuerdo a los ritmos biológicos.

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