¿QUé ES UN DERRAME CEREBRAL HEMORRáGICO? LA POSIBLE RAZóN DE QUE TU SONRISA SE VEA CHUECA

Un derrame cerebral hemorrágico es una de las emergencias médicas más graves que puede experimentar una persona. Se trata de la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro, lo que provoca un sangrado interno que ejerce presión sobre el tejido cerebral. Aunque este tipo de accidente cerebrovascular es menos común que el isquémico, su impacto es devastador, siendo responsable de una gran cantidad de muertes o secuelas severas.

Definición de derrame cerebral hemorrágico

Este tipo de derrame cerebral puede presentarse de dos maneras: hemorragia intracerebral, cuando el sangrado ocurre directamente dentro del cerebro, o hemorragia subaracnoidea, cuando la sangre se acumula en el espacio entre el cerebro y la membrana que lo rodea.

Cuando un derrame cerebral hemorrágico ocurre, los síntomas pueden aparecer de manera abrupta: dolor de cabeza intenso, pérdida de consciencia, dificultad para mover un lado del cuerpo, problemas para hablar, describe la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos. Ante cualquier indicio de estos signos, es vital buscar ayuda médica de inmediato, ya que la atención temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico del paciente.

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Principales causas del derrame cerebral hemorrágico

Las causas que desencadenan un derrame cerebral hemorrágico suelen estar relacionadas con condiciones que comprometen la salud de los vasos sanguíneos o aumentan la presión arterial de forma crónica. Entre las más comunes, encontramos:

  1. Hipertensión arterial: La presión alta es el principal detonante de un derrame hemorrágico, ya que los vasos se debilitan y pueden romperse ante la tensión.
  2. Aneurismas cerebrales: Estas protuberancias en las arterias del cerebro pueden romperse en cualquier momento y provocar un sangrado masivo.
  3. Malformaciones arteriovenosas (MAV): Son conexiones anormales entre arterias y venas que pueden ser frágiles y romperse.
  4. Traumatismos en la cabeza: Un golpe fuerte puede causar un daño considerable a los vasos sanguíneos del cerebro.
  5. Uso de anticoagulantes: Estos medicamentos que diluyen la sangre pueden aumentar el riesgo de hemorragias.

El estilo de vida también juega un papel crucial: el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y algunos factores hereditarios elevan significativamente el riesgo de sufrir este tipo de derrame.

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Diferencias entre derrame cerebral hemorrágico e isquémico

Aunque ambos tipos de accidentes cerebrovasculares son potencialmente fatales, el derrame cerebral hemorrágico y el isquémico son muy diferentes en cuanto a su origen y tratamiento. El hemorrágico, como ya mencionamos, se debe al sangrado dentro del cerebro, mientras que el isquémico ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre hacia una parte del cerebro.

En el caso de un derrame isquémico, la falta de oxígeno daña rápidamente el tejido cerebral, por lo que el tratamiento se centra en deshacer el coágulo lo más rápido posible con medicamentos trombolíticos. Por otro lado, el derrame hemorrágico requiere intervenciones más invasivas, como cirugías para detener el sangrado o eliminar el exceso de sangre acumulada.

Ambos tipos de derrames pueden dejar secuelas graves si no se tratan a tiempo, pero los hemorrágicos suelen ser más letales debido a la presión directa que el sangrado ejerce sobre el cerebro.

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