Las personas recurren a sus especialistas con la idea de abordar el tratamiento a diferentes inconvenientes. Pero a veces, una mala lectura o indicación puede provocar situaciones que ponen en riesgo la salud y la vida. Un ejemplo de este hecho el que le ocurrió a Juanita Gantt, una mujer norteamericana, a la que le recetaron la polémica inyección Ozempic y que la condujo a una cirugía de emergencia.
Gantt reveló su situación a CBS News y contó que tenía inconvenientes con su peso a pesar de haber realizado diferentes dietas. Tras contactar con un especialista y teniendo en cuenta su riesgo de diabetes, le recetaron Wegovy y Ozempic. "Me sentía bien. Disfrutaba de los días en los que no tenía que preocuparme por mi apetito. No tenía antojos. Simplemente, sentía que estaba haciendo algo positivo por mí", dijo. (Vea más: Colombia Sin Hambre: este es el link de pago para todos los beneficiarios del programa)
Pero, en octubre del 2023, aparecieron inesperadas consecuencias. Fue encontrada desmayada en su residencia. De inmediato, médicos que siguieron su caso descubrieron que había parte de su intestino grueso que necesitaban extirpar. (Vea más: No solo Colombia Sin Hambre: ¿cómo saber si soy beneficiario de otro subsidio?) Lo más grave de la situación fue que en medio de esta intervención quirúrgica sufrió un paro cardíaco que por poco le provoca la muerte. Juanita actualmente no tiene colon y continúa su vida junto a una bolsa de ileostomía pegada a su abdomen con la cual recolecta sus desechos. Frente a este procedimiento, la mujer indica que no tuvo ningún tipo de advertencias. Tras lo sucedido, Gantt inició un proceso legal en contra de los medicamentos que le habían sido recetados, agregando que sus etiquetas no entregan las advertencias relacionadas con los efectos secundarios en pacientes con afecciones específicas. (Vea más: ¿Cuál es el verdadero significado de utilizar una pulsera roja?) Frente a esta situación, Parvin Aminolroaya, representante legal, indicó: "Ha invertido muchos recursos en la comercialización del fármaco, cientos de millones de dólares para ampliar el mercado y conseguir nuevos pacientes para el fármaco, pero no ha gastado ese dinero en advertir a los pacientes del riesgo de gastroparesia, íleo, obstrucción del intestino delgado y el hecho de que estas lesiones pueden ser graves, incluso si se trata de un caso raro". Sobre este polémico suceso, la empresa implicada no pudo responder las preguntas realizadas por el medio previamente citado para explicar su posición en el caso.
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